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Visita a Molino Campodónico, empresa con gran trayectoria en nuestra ciudad

Las autoridades de la UIGLP fueron recibidas por el presidente de Molino Campodónico, compañía emblema de la molinería Argentina.

Foto del Molino tomada en el año 1900

Hablar de Molino Campodónico es reconocer una larga trayectoria de tradición y calidad que se remonta a 1888. Actualmente cuenta con una capacidad de molienda de 340 toneladas diarias y un almacenamiento de 45.000 toneladas de trigo. Se ubica entre las 10 firmas más importantes de la molinería argentina, abasteciendo a reconocidas industrias que requieren harinas hechas a la medida de su proceso.

Un poco de historia

El Molino Campodónico, situado entre las calles 1, 2, 57 y 58 de la ciudad de La Plata, es una de las empresas platenses más antiguas. Fundado en 1888 bajo el nombre “Molino D’Amico”, por Julián Games -por aquellos años diputado provincial llegado desde Olavarría-, la empresa tuvo diferentes dueños en sus diez primeros años y con el tiempo pasó a llamarse “Molino La Plata”. Recién en 1899, el italiano Miguel Campodónico compró el molino para dar comienzo a una empresa familiar que se extiende hasta nuestros días.

Su producción

La variedad de sus productos satisface las necesidades de panaderías artesanales y panificadoras industriales, además las de fábricas de galletitas, tapas de empanadas, pastas secas y pastas frescas.

Calidad

La tradición de la compañía por cuidar la calidad de sus productos, está certificada a través del sistema de Gestión de Calidad basado en la Norma ISO 9000, que ha llevado adelante desde su diseño, implementación y mantenimiento, con la participación comprometida de su personal.

Maquinaria utilizada durante el proceso de elaboración de la harina

Durante el recorrido de la fábrica, su presidente, Alejandro Campodónico, resaltó que “la familia Campodónico siempre apostó al país y especialmente a la ciudad de La Plata, todas sus generaciones trabajaron por una ciudad con proyección, tomando a la familia como pilar de desarrollo empresario.

Si bien trabajar en argentina es un desafío constante, la empresa tiene muchos proyectos que se van plasmando día a día y que apuntan a la planificación de la quinta generación. Hoy estamos agregando a la línea de productos, un molino de maíz en Tandil,  también se está pensando en reubicar la empresa en un lugar más acorde a las necesidades actuales.

Desde nuestros  ancestros hasta las actuales generaciones, siempre está presente un fuerte compromiso social, acompañado de la búsqueda de eficiencia y perfeccionamiento”.